Vivimos en un mundo y una sociedad que camina muy deprisa. Nuestro planeta y la gente que lo habita, giramos a velocidades terminales. Todo caduca demasiado rápido, todo parece estar pendiendo de un hilo.
Esa sociedad que nos cobija a veces nos ofrece también inspiración, a la misma vez nos obliga a tener pendiente y como ejemplo a todas las personas que ya pasaron a la historia e hicieron su trabajo desde la verdad, la transparencia, la honradez y la honestidad.
Un pueblo culto se gobierna mejor que uno inculto, es la premisa para recordar, respetar, innovar y a seguir la huella y el camino de progreso que nos legaron nuestros mayores.
Mis respetos a todas las damas de dignas familias otavaleñas que se encuentran en este archivo fotográfico del IOA.
Estudiantes del Colegio “la Inmaculada “año 1937.
Primera fila. – Luisa Moreano, Marina Rubio, Esperanza Plazas, Teresa Paredes, Vitelma Dávila, Nelsa Jaramillo y Carmen Rodríguez. Segunda fila. -Hipatia de la Torre, Maruja Castro, Beatriz Páez, Marietta de la Torre, Fabiola Flores, Genoveva Figueroa, Aída Jácome, Olga Rojas, Fabiola Orbe y Guadalupe Gómez. Tercera fila C Blanca Echeverría y Genoveva Troya.