ECUADOR EN LA ENCRUCIJADA

Tras las elecciones, estamos en un momento crucial para la historia de Ecuador, los resultados, hacen necesario, un llamado directo y frontal a todos los ecuatorianos y ecuatorianas que verdaderamente amamos a nuestra patria: No podemos permitir que el odio, el separatismo, el regionalismo y la estigmatización se conviertan en el hilo conductor de nuestra política.

La polarización que vivimos en los últimos años es tiempo de que sea superada. Es fundamental que, como ciudadanos ecuatorianos, nos unamos en torno a un objetivo común: la construcción de un Ecuador en paz, donde el bienestar, la esperanza y la unidad prevalezcan sobre la división. Solo así podremos enfrentar y vencer a los verdaderos enemigos sociales que nos aquejan: el crimen, la delincuencia, el desempleo y la pobreza.

Lo hemos dicho varias veces y hoy se comprueba en este impate técnico electoral, la necesidad de un voto bien informado, los indecisos jugaron un papel preponderante en los resultados, hoy los “blancos y los nulos” para esta segunda vuelta, tienen una gran responsabilidad, como ciudadanos con derechos que tienen es necesario evaluar a los dos candidatos, no solo por sus promesas, sino también por su capacidad de cumplirlas. Deben y debemos identificar quién dice la verdad y quién tiene la voluntad y el compromiso de ejecutar un plan de gobierno que beneficie a todos los ecuatorianos, sin distinción de región.

Los dos candidatos tienen la función de representar nuestros intereses, de liderar con integridad y de construir políticas que promuevan el bienestar general. Por su parte, nuestra función como ciudadanos es estar atentos, informarnos adecuadamente sobre sus propuestas y actuar con responsabilidad al ejercer nuestro derecho al voto. No ausentismos bajemos ese porcentaje, ejerza ese poder y herramienta que todos tenemos, solo así, podremos elegir a un presidente/a que verdaderamente nos represente y trabaje por unir a nuestro país.

No es muy difícil” si se puede” ya lo hemos demostrado, si podemos dejar a un lado las diferencias y a enfocarnos en lo que nos une. La unidad en la diversidad de nuestra nación es su mayor fortaleza, y juntos podemos construir un futuro próspero y sostenible.

En esta segunda vuelta, elijamos con la mirada puesta en la esperanza y la unidad, porque un Ecuador unido es un Ecuador fuerte. Con un voto informado y consciente, construyamos un Ecuador en el que todos podamos prosperar.